Estar todo el tiempo en casa tiene consecuencias negativas para nuestro bienestar psicofísico. ¡Descubre cuáles!
“Un hombre que no habla con nadie y al que nadie habla es como un pozo que ninguna fuente alimenta: poco a poco el agua que contiene se estanca y acabará por pudrirse y evaporarse” Oriana Fallaci.
¿Alguna vez has oído hablar del fenómeno llamado Hikikomori? Nacido en Japón, este conpcepto describe a, sobre todo, los adolescentes que deciden encerrarse durante meses o incluso años en su propia habitación sin tener contacto con el exterior a excepción de la “ventana” que les supone internet. Los Hikikomori ahora no solo son jóvenes japoneses, sino también europeos y estadounidenses.
Sin tener que ir al caso extremo del Hikikomori, ¿es positivo quedarse en casa todo el día? Veámoslo.
¿Cuáles son las causas?
Sin duda, hay causas psicológicas detrás de este deseo de quedarse en casa. La baja autoestima, el miedo al fracaso y el miedo a las relaciones sociales son síntomas que, en este caso, no deben confundirse con la pereza, especialmente si esta situación dura muchos meses y si Internet es el único contacto con el mundo exterior.
Además, detrás de este auto-encierro también puede haber fobias o la llamada clinofília. Este es el deseo incontenible de permanecer en la cama, sintiéndose seguro solo ahí.
Se trata de una forma de no tener que enfrentarse lo que está fuera de su habitación, en el mundo exterior. Este trastorno puede ocurrir en períodos de alto estrés, puede ser un síntoma de depresión o, en particular, de depresión posparto. La cama representa un salvavidas, casi como si fuera el útero de una madre que protege a la persona de los peligros externos.
Atención: si quedarse en casa todo el día se convierte en un hábito, puede ser necesario pedir ayuda al médico de cabecera y, especialmente, a un psicólogo/a para comprender las causas de esta actitud y encontrar la terapia ideal para recuperar la fuerza para salir de casa y retomar un estilo de vida normal.
¿Cuáles son las consecuencias?
Estar todo el tiempo en casa tiene consecuencias negativas para nuestro bienestar psicofísico. Según un estudio publicado en la revista “Current Biology”, este hábito puede causar un aumento en la posibilidad de sufrir ansiedad e insomnio. Según los estudiosos de la Universidad de Colorado en Boulder la luz solar nos sirve para regular nuestros ritmos biológicos (ritmo circadiano) y, en consecuencia, también los del sueño. La exposición únicamente a la iluminación eléctrica puede hacer aumentar el riesgo de sufrir trastornos del sueño, ansiedad, depresión, obesidad y deficiencia de vitamina D. Por esta razón, los investigadores recomiendan permanecer al menos 45 minutos al día al aire libre, preferiblemente durante la mañana, y en contacto con la naturaleza. Todos estos riesgos pueden afectar no solo a quienes padecen un trastorno psicológico particular, sino también a quienes se ven obligados a trabajar en casa todo el día, tal vez como autónomos.
Además, el auto-confinamiento tiene efectos negativos en nuestras capacidades sociales . El uso de las redes sociales e Internet en general para hablar con familiares y amigos, de hecho, pone en riesgo nuestras relaciones con los demás y nos impide disfrutar de los placeres de la vida.