CELOS / CELOTIPIA

CELOS / CELOTIPIA

Celos / celotipia Definición, causas, síntomas y tratamiento

¿Qué son los celos?

La mayoría de nosotros ha experimentado celos en algún momento. Sabemos identificar los celos cuando aparecen en nosotros, y usualmente podemos notar cuando alguien más experimenta celos, basado en sus acciones. Pero ¿qué son los celos? Los celos son en primer lugar una emoción. Se trata de pensamientos, sentimientos de inseguridad, miedo, e preocupación y ansiedad con respecto a una pérdida anticipada de estatus o de algo de gran valor personal, particularmente en referencia a una conexión humana.

La condición para que existan los celos en una relación amorosa, es que la pareja exista una relación de confianza. Toda situación de celos está compuesta por un individuo celoso, su pareja y un tercero que se percibe como “rival”. De esta forma, los celos son precisamente una reacción a la amenaza percibida a consecuencia de la presencia de este rival. La reacción de celos incluye generalmente emociones aversivas y comportamientos que tienen la pretensión de proteger el vínculo de la relación. En esta dinámica, ambas partes usualmente no están de acuerdo con lo que la persona celosa percibe como “rival”, ni tampoco con que las reacciones de celos “protegen” efectivamente la relación.

Lo cierto es que, efectivamente, la percepción de peligro originada por un supuesto rival tiende a ser ilusoria (la amenaza percibida puede ser real o imaginaria; es decir es imaginada por la persona celosa y motivada típicamente por el miedo). Esto no significa sin embargo que tenga que pasarse por alto, ni descalificarse, pues es necesario que ambos en la relación trabajen con esto.

Los celos nacen únicamente si:

❖ la pareja tiene una relación de confianza

❖ existe el temor a perder a una persona importante

❖ existe sentimiento de estar siendo traicionado por la persona en quien uno confía.

Se llama celotipia o celos enfermizos únicamente cuando la capacidad de confiar está atrofiada por un mal manejo de parte de la persona celosa. Cuando los celos son ocasionados, por otro lado, por una falta de respeto a la confianza de la pareja, entonces no hablamos de celopatía, en el sentido de que es normal que la persona engañada tenga dificultades en confiar nuevamente ya que, por decirlo así, su órgano de la confianza ha sido dañado. Evidentemente esta desconfianza tiene que ser temporal, y se requiere de un proceso para sanar nuevamente. Sin embargo, es natural que la infidelidad deteriora el sentido que se tiene de la seguridad en una relación.

Celos normales y celos malsanos

Los celos malsanos son una intensa emoción teñida de enojo y violencia, y principalmente del miedo de perder la exclusividad del amor de ser amado en provecho de otra persona. Se trata de un miedo generalmente no fundado, que es más bien imaginado y exagerado de distintos detalles o pequeños índices que pueden alimentarlo: retrasos, miradas, pequeñas atenciones, regalos a otros, etc. Si bien los celos normales tienen que ver con una protección del vínculo, la principal característica de los celos malsanos es que, a diferencia de los celos normales, persisten a pesar de que no existe una amenaza real a la relación. Un ejemplo es el marido que sospecha de su esposa y la espía a pesar de que ella muestra ser fiel y no existen signos que la contradigan.

La persona con celos detesta ver o imaginar a su pareja mostrar interés por otras personas. A la menor duda, la pareja sufre una explosión emocional excesiva que todo intento de negar o de justificar no hace sino aumentar la desconfianza.

Los celos se desarrollan en general como consecuencia de experiencias de abandono y de privación vividas en la infancia, y se desencadena cuando la persona celosa siente que su pareja parece menos apasionada y dedica más tiempo al trabajo o a los cuidados de los niños. En general, la persona celosa y su pareja mantienen una dinámica cada vez más destructiva: entre más la persona celosa expresa sus sospechas y busca controlar a su pareja, más la pareja busca convencer a su pareja que no hay ninguna razón de estar celoso e intenta deshacerse del control de su pareja. Este comportamiento acentúa sus celos, pues la persona celosa siente que su pareja se aleja.

Síntomas y signos de los celos

La persona celosa tiende a ser celosa de los amigos del mismo sexo o del sexo opuesto, del equipo de trabajo, de un desconocido en la calle o en cualquier sitio, de toda actividad social o incluso de sus propios hijos. A continuación, mencionamos los principales signos de celotipia:

  • La verificación: revisar la agenda, los bolsillos de la ropa, el teléfono celular, oler ropa o cuerpo de la pareja o huellas extrañas, acompañar a la pareja o ir a buscar, etc.
  • Cuestionamiento: interrogaciones, poner a prueba la veracidad de lo dicho, escenas, discusiones más o menos violencias, cuestionamientos de dónde está, con quién está, etc.
  • La inhibición: no hacer nada si no está la pareja.
  • Posesión: En el caso de los celos de pareja, la posesión puede explicarse como un deseo de que el otro le pertenezca exclusivamente a la persona celosa, su tiempo, su interés, etc., al punto de no soportar el deseo de libertad de la pareja. Esta posesión es reforzada por el miedo de perder su lugar privilegiado respecto a su pareja.
  • La idealización del otro: la persona celosa tiende a idealizar a su pareja y es una de las causas de los celos. Esta idealización conduce a la certeza de que la pareja es deseada por todos los demás y por consecuencia se genera una desconfianza hacia todas las personas que puedan acercarse a la pareja.
  • La proyección: consiste en la proyección de fantasmas o deseos propios a la pareja de ser infiel y convencerse que su pareja es que tiene esos deseos.

Causa de los celos

Hemos visto que los celos malsanos tienen que ver con una desconfianza no fundamentada, y podemos preguntarnos: ¿por qué alguien elegiría sufrir los terribles padecimientos de los celos si no existen realmente fundamentos para ello en la realidad? Una respuesta es que a través de los celos la persona está tratando de resolver un asunto no resuelto que viene arrastrando de la infancia, y que la relación misma lo fuerza a atender el problema. Es posible afirmar también que las personas no se involucran en un determinado tipo de relación por casualidad. La atracción que existe entre dos personas tiene que ver no solo con aspectos positivos de cada uno, como la inteligencia, el talento, la belleza, etc., sino también con aspectos negativos u obscuros: es decir con problemas no resueltos que cada uno trae consigo de su propia historia.

Esto hace que dos personas se junten y forma parte de lo que debemos entender por “amor”. Una relación amorosa importante no solo va a consistir en momentos agradables y bonitos, también tiene que ver con lo que podría llamarse demonios que surgen a la superficie. Cada uno, a través de la relación, va a forzar al otro a atender estos problemas no resueltos, que de otra manera (en una relación con el vecino, con el compañero de trabajo) no se atenderán. Desde este punto de vista, la definición del amor también supone este reto, esta exigencia de superar asuntos pendientes, cicatrizar heridas abiertas, y crecer a nivel personal, y en lo posible, juntos.

Así, por ejemplo, los celos pueden ser consecuencia de haber elegido a una persona que es probable que nos haga sentir celos, pues es muy sociable, tiene muchos amigos/as, o incluso es muy coqueto. Esto quiere decir que, de alguna manera, cuando surge el problema de celos malsanos en una relación, es importante que ambos acudan a terapia y analicen a fondo de dónde proviene este problema que los supera.

Algunas de las causas que dan lugar a los celos están:

  • inseguridad personal
  • temor para resultar desprestigiado
  • debilidad de la relación
  • sentirse excluido y dejado de lado

Estos últimos tres se relacionan con la dinámica de una situación o relación específicas (no son características de una personalidad, como la inseguridad).

Tratamiento y psicoterapia

Muchas veces los celos pueden ocasionar muchas dificultades en una pareja, incluso llevarla a desintegrarse. Es recomendable tratar la celotipia en terapia de pareja, aunque también puede trabajarse de forma individual, es decir en terapia individual.

Uno de los enfoques que ha mostrado ser más efectivo para tratar los celos es la terapia sistémica breve. Aunque también el psicoanálisis y el cognitivo-conductual son muy efectivos.

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